Continuamos con el ciclo de artículos dedicado a ofreceros útiles consejos para mejorar vuestro inglés y que, últimamente, ha estado centrado en repasar algunas de las claves que permiten perfeccionar el “writing”, o lo que es lo mismo: el inglés escrito.
En el anterior artículo dedicado a esta temática hablábamos de la importancia de añadir frases y expresiones completas a nuestro vocabulario, en lugar de aprender simplemente palabras sueltas sin contexto alguno. Estas expresiones dotarán a nuestro inglés de una riqueza y una variedad que nos irá alejando, poco a poco, de un nivel básico para acercarnos a un lenguaje más propio de los adultos angloparlantes.
De todo esto, podemos concluir que es esencial que vayamos ampliando nuestro vocabulario progresivamente y, para ello, nada mejor que apuntar todas las palabras y expresiones en inglés que nos resulten interesantes. Dejarlas por escrito en nuestro “cuaderno” de apuntes junto a algún ejemplo interesante que nos permita memorizar más fácilmente la palabra o expresión en cuestión, así como el correcto contexto en el que podemos emplearla.
No basta con tomar nota de nuevas expresiones y palabras sino que tenemos que procurar utilizarlas de manera habitual dentro de nuestras conversaciones en inglés, en las redacciones que hagamos, en los emails que mandemos y, en general, siempre que surja la oportunidad. De esta manera, será mucho más fácil que acabemos memorizando correctamente todo este nuevo vocabulario y que lo usemos a menudo de una manera natural.
Hicimos especial hincapié en la importancia de aprender y emplear una gran cantidad de “collocations”, o colocaciones si queremos traducirlo al español, es decir, conjuntos de palabras que se utilizan a menudo en inglés y que normalmente van juntas, adquiriendo, en algunos casos, un significado distinto al que tendrían si las empleáramos por separado.
Vimos una serie de ejemplos con las construcciones léxicas más utilizadas habitualmente y, de paso, animamos a nuestros lectores a emplear colocaciones lo más completas que fuera posible. También estuvimos destacando los “phrasal verbs” como expresiones idiomáticas especialmente importantes.
La realidad es que si queremos que nuestro inglés suene natural y se aproxime el máximo posible al inglés empleado por personas “nativas”, aprender un buen número de colocaciones y de phrasal verbs, así como utilizarlos correctamente, juega indudablemente a nuestro favor.
Aprender nuevo vocabulario es fundamental dentro de cualquier idioma pero eso no quiere decir que debamos descuidar elementos básicos como la ortografía o la gramática. De nada nos servirá que sepamos muchas palabras diferentes si después mostramos una ortografía nefasta a la hora de escribir o de expresarnos en general.
Al estar hablando de mejorar nuestro inglés escrito, debemos prestar especial atención a los pequeños detalles que son bastante importantes dentro de este idioma, es decir, respetar el uso de mayúsculas y minúsculas, los espacios en blanco, utilizar correctamente todos los signos de puntuación, etc.
Actualmente, con el amplio uso de los teléfonos móviles y las nuevas tecnologías en general, se ha extendido la mala costumbre de escribir el inglés tal y como suena o de emplear ciertos diminutivos y “atajos” para ahorrar caracteres en los mensajes de texto, en los chats o en las aplicaciones de móvil que han venido a sustituir a los antiguos “sms”.
Por ejemplo, en vez de escribir “to” o “too” se utiliza “2” ya que le pronunciación de dichos términos es muy similar, lo mismo para con “for” y “4”. Otro ejemplo lo encontramos con la mala costumbre de utilizar “u” cuando en realidad hacemos referencia a “you”.
También encontramos expresiones que se han hecho muy populares dentro del inglés coloquial pero cuyo uso no es adecuado cuando realizamos un escrito más o menos formal. Por ejemplo, wanna (contracción de “want to”), gonna (going to), gotta (got to) o el famoso ain’t, que surge como negación y contracción del verbo “to be” o para formar negaciones en el presente perfecto (en vez de emplear haven’t o hasn’t). Todo esto pertenece al llamado “slang” (inglés de la calle) y el hecho de que la gente lo emplee mucho y lo oigamos por todos lados (películas, canciones, series…) no significa que debamos utilizarlo nosotros también sin ningún cuidado.
El artículo ya se ha hecho más largo de lo que pretendíamos, así que lo vamos a dejar aquí por esta semana. Os emplazamos al siguiente artículo donde os ofreceremos unos últimos consejos para mejorar vuestro inglés escrito, dando así por concluido este ciclo de artículos.
Recordad que es muy importante practicar todo lo que aprendemos, al menos si queremos acabar memorizándolo bien y adquirir las buenas costumbres que nos acerquen a un cierto dominio del lenguaje. Del mismo modo, es esencial contar con la ayuda de profesionales que supervisen nuestro aprendizaje y nos orienten por el buen camino. El auto-aprendizaje es genial, no lo negamos, pero debe ser complementado con clases y trabajo lectivo ofrecido por expertos en la materia y, en ese sentido, en Academia Dublín contamos con docentes nativos con una larga experiencia totalmente contrastada.
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